Así como en el mensaje del 25 de mayo la Iglesia había pedido “no acostumbrarse a las realidades de los que sufren”, en esta ocasión la homilía sumó una visión de esperanza frente a las realidades que duelen. El arzobispo tucumano, Carlos Sánchez, centró sus palabras por el Día de la Independencia en las “señales” dadas por historias personales, decisiones institucionales y otras acciones positivas que animan a la reflexión. “Como hijo de esta tierra tucumana, heredero de los decididos tucumanos; como padre y pastor de la Iglesia en Tucumán, y desde aquí para todos los argentinos, quiero invitarlos a reavivar la esperanza”, dijo.
Ambas homilías están encadenadas por la preocupación por los problemas de una realidad compleja, que late de dolor con las personas vulnerables, aunque ahora se refleja una expectativa de que algunos cambios se pueden lograr. Así como monseñor Roberto Ferrari en mayo se había apoyado en la conmoción que sufría la comunidad por el caso del joven adicto que dormía en un contenedor de basura y que casi perdió la vida aplastado, ahora monseñor Sánchez destacó “signos de esperanza” que se encuentran en Tucumán y mencionó a ese joven que, dijo, “ya está de alta”. E inmediatamente citó otras historias concretas que alientan a recuperar la fe y a pensar en un mejor futuro.
“Todavía nos falta mucho camino por recorrer, derribando muros, tendiendo puentes, achicando distancias, comprometiéndonos todos, ‘poniéndonos la Patria al hombro’, como decía el cardenal (Jorge) Bergoglio, siendo obispo de Buenos Aires”, añadió. En mayo se había apelado a construir “una Patria que besa heridas, que no margina, que viste de dignidad a quienes han sido despojados”, a pensar que “nadie tiene todas las respuestas por sí solo. Necesitamos desarmar las palabras, dialogar, escucharnos. Construir consensos superadores”. Ahora se exhortó a reavivar la esperanza cada uno desde su lugar y responsabilidad, “siendo signos de esperanza para los hermanos que más necesitan, los que están en situación de calle, los adictos, los ancianos, los que no tienen trabajo, los enfermos, los presos, los que están en situaciones muy dolorosas”,
El obispo recordó el Acta Compromiso firmada por los candidatos a gobernador en 2023, donde se plantearon “los 10 desafíos por el bien de los tucumanos” y aludió al compromiso de los dirigentes políticos “en sus acciones cotidianas por el diálogo, la justicia, el bien común, la fe, y la solidaridad al celebrar el Jubileo de los Políticos”. Ayer las palabras de los dirigentes en Tucumán estuvieron orientadas, de algún modo, hacia ese horizonte, como se apreció en las reflexiones del Gobernador sobre el significado del 9 de Julio y sobre el tiempo político que vivimos.
El obispo también valoró las acciones de instituciones, empresas, fundaciones destinadas a “buscar el bien de los tucumanos y de tantos hermanos sufrientes” y concluyó: “aunque sean insuficientes… son signos de esperanza”.